El Perseguidor

Onda que nunca me gustaron demasiado las cosas de moda, no por rebeldía estúpida, sino porque tanto insistir por todos lados con lo mismo uno se termina cansando (de esa canción, artista, libro, película o lo que fuere). Debido a esto me propuse no seguir las modas mientras fueran tales porque de lo contrario quizás me terminaba pudriendo de algo que valía la pena.
Hecha la salvedad entenderán mi propósito de no leer nada de Cortázar durante el 2004 (año internacional de no se que mierda del susodicho), ya que todo el mundo lo está leyendo y en este momento hay más fotos suyas que pintadas del Che y remeras con la lengua de los Rollings. Pero la vida siempre nos juega una mala pasada y al encontrarme yo un fin de semana en una quinta y con una urgencia gástrica de considerables dimensiones, quiso el destino que lo único a mano para sobrellevar la tensión del momento fuera una versión de bolsillo de "El perseguidor" (el cuento solo, no todo el libro).
De más está decir que a partir de ahora todo aquél que no haya leído ese cuento puede considerarse un extraviado total, y más si tiene algún esbozo de inclinación artística.
He dicho: LEAN EL PERSEGUIDOR.